Estudios de los factores de seguridad (parte I)



 Estudio de los factores. Factores de la seguridad

Estos factores son:

·     El Objeto a proteger. ¿Qué vamos a proteger?.
·     Las Amenazas. ¿De qué o de quién?.
·     El Espacio y el Tiempo. ¿Dónde y cuando?.
·     Los Medios de protección. ¿Cómo o con qué?.

El primero de estos elementos lo encontramos en la definición misma de seguridad expuesta y responde en todo caso a una cuestión básica: "Qué vamos a proteger". Constituye, en síntesis, la finalidad perseguida y será, por ende, el punto fundamental del estudio. Personas, bienes e información constituyen el objeto a proteger y, por tanto, será preciso realizar un exhaustivo análisis de cada uno de ellos.
El segundo factor proviene, asimismo, de la definición inicial. El concepto de protección conlleva implícita la existencia de una amenaza: "de qué o de quién" es preciso defender a esas personas, bienes e información. Procede por tanto, efectuar un análisis riguroso de todas las amenazas que, de una u otra forma, se ciernen sobre el objeto de protección tratado.
El tercer factor viene definido por dos elementos: espacio y tiempo; constitutivos dimensionales de la acción. El fenómeno real de la agresión es una actividad que se produce, invariable e inevitablemente, en un lugar y en un momento determinado y tendrá, normalmente, un desarrollo en el espacio y una duración en el tiempo. Responde, en definitiva, a las cuestiones "donde y cuando" se va a producir la amenaza, siendo generalmente previsibles su itinerario y su tiempo de acción.
El cuarto y último factor constituye la respuesta o solución al problema de seguridad planteado en el análisis de los tres anteriores: "cómo o con qué" medios se pretende realizar la protección de las personas, bienes e información frente a las amenazas indicadas.

Estudio del Objeto de Protección

Consiste en el análisis de la población, los bienes y la información dentro del marco de la instalación donde se hallan ubicados.
Las amenazas no afectan siempre a los tres elementos citados. Por ejemplo, la seguridad de un estadio deportivo plantea un problema de protección de las personas, y una oficina bancaria de noche, tan solo requiere la protección de unos bienes.

1.     Las Personas

Las personas constituyen el objeto primordial de la seguridad. Es evidente que la integridad de los seres humanos debe estar por encima de toda otra consideración.
Para su protección resulta necesario el conocimiento detallado de esa población. La primera tarea estribará en realizar una adecuada clasificación de los distintos grupos que la integran.


·     Un primer grupo constituido por el personal propio del centro, con tareas y funciones derivadas la naturaleza y finalidad del mismo.
·     Un segundo grupo integrado por las personas visitantes que, de modo ocasional, esporádico o periódico, acuden al inmueble.
·     El tercero podemos considerarlo formado por el personal que presta servicios periódicamente, procedente de empresas exteriores.
·     El cuarto constituido por el equipo humano de seguridad, sea propio o contratado.

La siguiente tarea, íntimamente relacionada con la anterior, se centra en el conocimiento detallado de los grupos citados. Cabe citar:

·     Determinación del número de personas que los componen o estimación aproximada, en el caso de los visitantes.
·     Conocimiento preciso de las funciones, cometidos y actividades de todo tipo que desarrollan.
·     Ubicación y áreas de actividad de los grupos y de los diferentes subgrupos en que aquellos se articulen.
·     Horario general de la instalación y horarios particulares correspondientes a los diferentes grupos de actividades.
·     Limitaciones de espacio, tiempo o cualquier otro tipo, especialmente las relacionadas con las áreas públicas, restringidas y privadas.
·     Accesos previstos y controles existentes, tanto exteriores como interiores.
·     Circulación interior del edificio.
·     Normas internas de todo tipo que regulen las diferentes actividades de las personas.

2. Los Bienes
El segundo componente del Objeto de Protección lo constituyen los bienes o patrimonio, integrado por cuantos objetos muebles o inmuebles, de valor financiero, artístico, histórico, cultural, científico, técnico, etc., se encuentren en el interior de la instalación.
Se trata de dinero, obras de arte, joyería, muebles, piezas arqueológicas, maquinaria industrial, stocks diversos, material bélico o un contrato, etc, sin duda una interminable relación o inventario en el que debemos incluir al propio edificio.
Es importante por lo tanto la realización de un inventario convenientemente actualizado unido a la valoración de cada objeto o elemento componente, no necesariamente financiera, a fin de establecer niveles de protección proporcionados.
El despliegue de los bienes dentro del edificio, o lo que es igual, su ubicación precisa debe permitirnos proponer las medidas de protección adecuadas al mismo (armarios ignífugos, arcones, cajas fuertes, etc.) que resultarán imprescindibles en las tareas posteriores del estudio de seguridad.

2.     La Información

El tercero, e igualmente importante, de los elementos integrantes del objeto de protección, lo constituye la información que es un bien legítimo de las empresas e instituciones, de incalculable valor, cuya pérdida o difusión indebida puede ocasionar gravísimos daños.
Conceptualmente, y a los fines del estudio de seguridad, la Información puede hallarse:

·     En situación de estabilidad, sobre soporte magnético, papel o fotográfico.
·     En movimiento, sobre comunicaciones orales, onda o hilo, como vehículo de transmisión.
·     En actividades constitutivas, como tales, de información.

Podríamos argumentar la necesidad de separar la información del resto de los bienes patrimoniales. Expondremos algunas razones que justifican su tratamiento independiente:
·     El empleo de la información en soporte magnético y/o digital y su explotación a través de las comunicaciones actuales han producido serias transformaciones en una gran parte de las actividades humanas.
·     La dependencia de las empresas de sus centros de proceso de datos, es muy alta, al extremo de que solo un 7% aproximadamente, de éstas sobreviviría a un desastre informático.
·     La peculiaridad de las amenazas del soporte magnético y digital y la alta vulnerabilidad de los centros de proceso de datos han impuesto el desarrollo de una tecnología específica de protección.

Determinación de Amenazas

La determinación o selección de las amenazas que se han de tomar en consideración en el desarrollo del estudio de seguridad constituye una de las tareas más delicadas.
El decir, el olvido o la ignorancia deliberada de una amenaza que llegue posteriormente a producirse, puede ocasionar daños irreparables. Y por el contrario, la consideración excesivamente escrupulosa de amenazas puede elevar innecesariamente los costes de seguridad.
Para esa determinación o selección de amenazas deberemos utilizar unos elementos de apoyo concretos:
·     Análisis de los antecedentes de la instalación para conocer los daños "históricos" de cualquier tipo sufridos en y por el mismo.
·     Estudio de la población, bienes e información a proteger, para deducir de sus características las amenazas potenciales derivadas de ellos.
·     Análisis del edificio o espacio contenedor de ese objeto de protección que, en razón de sus condiciones y carencias, nos proporcionará amenazas concretas a considerar.
·     Repaso del catálogo general de amenazas o riesgos a fin de seleccionar aquellos que puedan afectamos realmente y no se hayan deducido de los elementos anteriores.

Estudio del espacio físico

El factor "espacio" puede estar constituido por elementos tan diversos como un edificio de oficinas, una central nuclear, un estadio deportivo, una aeronave, una línea telefónica o un programa de ordenador.
No obstante lo anterior, el "edificio" o “instalación” constituye el hábitat usual del hombre y a esta instalación se refieren la mayor parte de los trabajos de seguridad, por lo que se empleará, normalmente, como término concreto que define el espacio.
El estudio de la instalación, una vez concluido, servirá de base para la elaboración de dos trabajos:
1. La descripción del mismo y sus características.
2. El desglose del inmueble, en columnas, apto para su aplicación a los estudios interrelacionados, especialmente en la determinación de vulnerabilidades.

Hay que realizar un modelo de estudio muy esquematizado, el cual debe ser lo mas completo posible, y abarcar los siguientes apartados: (ampliados en el anexo al método)
·     Datos generales y morfología del edificio.
·     El espacio exterior.
·     Perímetro del Edificio.
·     El edificio interior.

La función del tiempo
El olvido frecuente de este elemento dimensional del desarrollo de cada amenaza constituye la causa del fracaso de numerosos sistemas de seguridad.
La acción agresora, sea ésta un incendio, una intrusión o cualquier otra, tiene un momento de iniciación y una duración hasta la consecución del daño sobre el objeto de protección. En consecuencia, el estudio de seguridad deberá integrar siempre el cálculo de los tiempos previsibles para el desarrollo de cada una de las amenazas que se contemplan.
La finalidad perseguida con la estimación de estos tiempos está relacionada con la fase final del estudio, es decir, la aplicación de los medios.
Igualmente, frente a estos "tiempos de acción" de las diferentes amenazas, será preciso calcular los "tiempos de reacción" de los medios humanos de seguridad. Si los primeros resultan inferiores a los segundos será necesario emplear medios físicos para retardar la acción agresora.

Funciones de los Medios de Protección

El tratamiento de los diferentes medios de protección corresponde a la fase final del estudio de seguridad.
Expondremos aquí la clasificación general de esos medios y las funciones básicas que desarrollan:

·     Medios Pasivos o Físicos. Su finalidad principal será proporcionar el retardo preciso a la progresión de la amenaza. De no ser así como mínimo canalizar dicha amenaza.
·     Medios Activos o Electrónicos. Su objeto será producir la necesaria alarma desde el momento en que se desencadena la amenaza y proporcionar información permanente de su progresión.
·     Medios Humanos. Su función básica será reaccionar contra la acción agresora para anularla o neutralizarla.
·     Medidas Organizativas. Su finalidad esencial será facilitar la imprescindible coordinación de todos los medios citados. 

Wikipedia

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