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INTRODUCCION A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
Actualmente en el ámbito formativo existen tres niveles de técnicos en prevención según el reglamento de los servicios de prevención del Real decreto 39/97, los técnicos superiores que realizan estudios universitarios de posgrado, los técnicos intermedios que a día de hoy realizan estudios de formación profesional de grado superior y los básicos que realizan formación autorizada por la autoridad laboral de 50 horas.
Con la nueva ley de seguridad que tiene en proyecto el gobierno, habrá que esperar en que circunstancias afectara toda esta normativa a los Directores de Seguridad, ya que todas las empresas con un mínimo de trabajadores y circunstancias especiales , tendrán que tener un departamento de seguridad y este departamento tendrá que controlar los riesgos a los trabajadores con este personal cualificado.
CONCEPTOS BÁSICOS DE LA SEGURIDAD DE LA INFORMACION
Estudios de los factores de seguridad (parte I)
Estudio de los factores. Factores de la
seguridad
Estos factores
son:
·
El
Objeto a proteger. ¿Qué vamos a proteger?.
·
Las
Amenazas. ¿De qué o de quién?.
·
El
Espacio y el Tiempo. ¿Dónde y cuando?.
·
Los
Medios de protección. ¿Cómo o con qué?.
El primero de
estos elementos lo encontramos en la definición misma de seguridad expuesta y
responde en todo caso a una cuestión básica: "Qué vamos a proteger".
Constituye, en síntesis, la finalidad perseguida y será, por ende, el punto fundamental
del estudio. Personas, bienes e información constituyen el objeto a proteger y,
por tanto, será preciso realizar un exhaustivo análisis de cada uno de ellos.
El segundo
factor proviene, asimismo, de la definición inicial. El concepto de protección
conlleva implícita la existencia de una amenaza: "de qué o de quién"
es preciso defender a esas personas, bienes e información. Procede por tanto,
efectuar un análisis riguroso de todas las amenazas que, de una u otra forma,
se ciernen sobre el objeto de protección tratado.
El tercer
factor viene definido por dos elementos: espacio y tiempo; constitutivos
dimensionales de la acción. El fenómeno real de la agresión es una actividad
que se produce, invariable e inevitablemente, en un lugar y en un momento
determinado y tendrá, normalmente, un desarrollo en el espacio y una duración
en el tiempo. Responde, en definitiva, a las cuestiones "donde y
cuando" se va a producir la amenaza, siendo generalmente previsibles su
itinerario y su tiempo de acción.
El cuarto y
último factor constituye la respuesta o solución al problema de seguridad
planteado en el análisis de los tres anteriores: "cómo o con qué"
medios se pretende realizar la protección de las personas, bienes e información
frente a las amenazas indicadas.
Estudio del
Objeto de Protección
Consiste en el
análisis de la población, los bienes y la información dentro del marco de la
instalación donde se hallan ubicados.
Las amenazas no
afectan siempre a los tres elementos citados. Por ejemplo, la seguridad de un
estadio deportivo plantea un problema de protección de las personas, y una
oficina bancaria de noche, tan solo requiere la protección de unos bienes.
1.
Las
Personas
Las personas
constituyen el objeto primordial de la seguridad. Es evidente que la integridad
de los seres humanos debe estar por encima de toda otra consideración.
Para su
protección resulta necesario el conocimiento detallado de esa población. La
primera tarea estribará en realizar una adecuada clasificación de los distintos
grupos que la integran.
·
Un
primer grupo constituido por el personal propio del centro, con tareas y
funciones derivadas la naturaleza y finalidad del mismo.
·
Un
segundo grupo integrado por las personas visitantes que, de modo ocasional,
esporádico o periódico, acuden al inmueble.
·
El
tercero podemos considerarlo formado por el personal que presta servicios
periódicamente, procedente de empresas exteriores.
·
El
cuarto constituido por el equipo humano de seguridad, sea propio o contratado.
La siguiente tarea, íntimamente relacionada con la
anterior, se centra en el conocimiento detallado de los grupos citados. Cabe
citar:
·
Determinación
del número de personas que los componen o estimación aproximada, en el caso de
los visitantes.
·
Conocimiento
preciso de las funciones, cometidos y actividades de todo tipo que desarrollan.
·
Ubicación
y áreas de actividad de los grupos y de los diferentes subgrupos en que
aquellos se articulen.
·
Horario
general de la instalación y horarios particulares correspondientes a los
diferentes grupos de actividades.
·
Limitaciones
de espacio, tiempo o cualquier otro tipo, especialmente las relacionadas con
las áreas públicas, restringidas y privadas.
·
Accesos
previstos y controles existentes, tanto exteriores como interiores.
·
Circulación
interior del edificio.
·
Normas
internas de todo tipo que regulen las diferentes actividades de las personas.
2. Los
Bienes
El segundo
componente del Objeto de Protección lo constituyen los bienes o patrimonio,
integrado por cuantos objetos muebles o inmuebles, de valor financiero,
artístico, histórico, cultural, científico, técnico, etc., se encuentren en el
interior de la instalación.
Se trata de
dinero, obras de arte, joyería, muebles, piezas arqueológicas, maquinaria
industrial, stocks diversos, material bélico o un contrato, etc, sin duda una
interminable relación o inventario en el que debemos incluir al propio
edificio.
Es importante
por lo tanto la realización de un inventario convenientemente actualizado unido
a la valoración de cada objeto o elemento componente, no necesariamente
financiera, a fin de establecer niveles de protección proporcionados.
El despliegue
de los bienes dentro del edificio, o lo que es igual, su ubicación precisa debe
permitirnos proponer las medidas de protección adecuadas al mismo (armarios
ignífugos, arcones, cajas fuertes, etc.) que resultarán imprescindibles en las
tareas posteriores del estudio de seguridad.
2.
La
Información
El tercero, e
igualmente importante, de los elementos integrantes del objeto de protección,
lo constituye la información que es un bien legítimo de las empresas e
instituciones, de incalculable valor, cuya pérdida o difusión indebida puede
ocasionar gravísimos daños.
Conceptualmente,
y a los fines del estudio de seguridad, la Información puede hallarse:
·
En
situación de estabilidad, sobre soporte magnético, papel o fotográfico.
·
En
movimiento, sobre comunicaciones orales, onda o hilo, como vehículo de
transmisión.
·
En
actividades constitutivas, como tales, de información.
Podríamos
argumentar la necesidad de separar la información del resto de los bienes
patrimoniales. Expondremos algunas razones que justifican su tratamiento
independiente:
·
El
empleo de la información en soporte magnético y/o digital y su explotación a
través de las comunicaciones actuales han producido serias transformaciones en
una gran parte de las actividades humanas.
·
La
dependencia de las empresas de sus centros de proceso de datos, es muy alta, al
extremo de que solo un 7% aproximadamente, de éstas sobreviviría a un desastre
informático.
·
La
peculiaridad de las amenazas del soporte magnético y digital y la alta
vulnerabilidad de los centros de proceso de datos han impuesto el desarrollo de
una tecnología específica de protección.
Determinación de Amenazas
La
determinación o selección de las amenazas que se han de tomar en consideración
en el desarrollo del estudio de seguridad constituye una de las tareas más
delicadas.
El decir, el
olvido o la ignorancia deliberada de una amenaza que llegue posteriormente a
producirse, puede ocasionar daños irreparables. Y por el contrario, la consideración
excesivamente escrupulosa de amenazas puede elevar innecesariamente los costes
de seguridad.
Para esa
determinación o selección de amenazas deberemos utilizar unos elementos de
apoyo concretos:
·
Análisis
de los antecedentes de la instalación para conocer los daños
"históricos" de cualquier tipo sufridos en y por el mismo.
·
Estudio
de la población, bienes e información a proteger, para deducir de sus
características las amenazas potenciales derivadas de ellos.
·
Análisis
del edificio o espacio contenedor de ese objeto de protección que, en razón de
sus condiciones y carencias, nos proporcionará amenazas concretas a considerar.
·
Repaso
del catálogo general de amenazas o riesgos a fin de seleccionar aquellos que
puedan afectamos realmente y no se hayan deducido de los elementos anteriores.
Estudio del
espacio físico
El factor
"espacio" puede estar constituido por elementos tan diversos como un
edificio de oficinas, una central nuclear, un estadio deportivo, una aeronave,
una línea telefónica o un programa de ordenador.
No obstante lo
anterior, el "edificio" o “instalación” constituye el hábitat usual
del hombre y a esta instalación se refieren la mayor parte de los trabajos de
seguridad, por lo que se empleará, normalmente, como término concreto que
define el espacio.
El estudio de
la instalación, una vez concluido, servirá de base para la elaboración de dos
trabajos:
1.
La descripción del mismo y sus características.
2. El desglose
del inmueble, en columnas, apto para su aplicación a los estudios
interrelacionados, especialmente en la determinación de vulnerabilidades.
Hay que
realizar un modelo de estudio muy esquematizado, el cual debe ser lo mas
completo posible, y abarcar los siguientes apartados: (ampliados en el anexo al
método)
·
Datos
generales y morfología del edificio.
·
El
espacio exterior.
·
Perímetro
del Edificio.
·
El
edificio interior.
La función
del tiempo
El olvido
frecuente de este elemento dimensional del desarrollo de cada amenaza
constituye la causa del fracaso de numerosos sistemas de seguridad.
La acción agresora, sea ésta un incendio, una intrusión o
cualquier otra, tiene un momento de iniciación y una duración hasta la
consecución del daño sobre el objeto de protección. En consecuencia, el estudio
de seguridad deberá integrar siempre el cálculo de los tiempos previsibles para
el desarrollo de cada una de las amenazas que se contemplan.
La finalidad
perseguida con la estimación de estos tiempos está relacionada con la fase
final del estudio, es decir, la aplicación de los medios.
Igualmente,
frente a estos "tiempos de acción" de las diferentes amenazas, será
preciso calcular los "tiempos de reacción" de los medios humanos de
seguridad. Si los primeros resultan inferiores a los segundos será necesario
emplear medios físicos para retardar la acción agresora.
Funciones de
los Medios de Protección
El tratamiento
de los diferentes medios de protección corresponde a la fase final del estudio
de seguridad.
Expondremos
aquí la clasificación general de esos medios y las funciones básicas que
desarrollan:
·
Medios
Pasivos o Físicos. Su
finalidad principal será proporcionar el retardo preciso a la progresión de la
amenaza. De no ser así como mínimo canalizar dicha amenaza.
·
Medios
Activos o Electrónicos.
Su objeto será producir la necesaria alarma desde el momento en que se
desencadena la amenaza y proporcionar información permanente de su progresión.
·
Medios
Humanos. Su función
básica será reaccionar contra la acción agresora para anularla o neutralizarla.
·
Medidas
Organizativas. Su
finalidad esencial será facilitar la imprescindible coordinación de todos los
medios citados.
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