Un saludo.
En este blog podrá encontrar todo lo relacionado con la Ciencias periciales en Seguridad, PRL y Ciencias Forenses
Video demostrativo de como funciona un departamento de seguridad
Un saludo.
Nuevo apartado para descarga de ficheros
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gabinetepericialgf@gmail.com
www.prlyseguridad.com
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El alumbrado de Seguridad
Cuando se pide a los directores de seguridad
que preparen un plan de iluminación para sus instalaciones, a menudo recurren a
asesores que piensan en términos de lúmenes, bujías y pantallas.
Para ser
realmente efectivo, un sistema de iluminación de seguridad debe tener en cuenta
las posibles actividades agresoras y no consistir solamente en una iluminación
continua, sino, más bien, en luces inesperadas y en sombras intimidatorias.
Durante años,
la seguridad ha actuado bajo la creencia de que las intrusiones o actos
ilícitos nocturnos se podían impedir (o por lo menos disuadir) instalando unas
luces grandes y brillantes en las propiedades. Sin embargo, la luz constante
puede actuar contra la seguridad. En lugar de atraer la atención de testigos,
seguridad privada o policía, la luz hace que todos dejen de poner atención en
el área protegida. Por ello, la iluminación cobra especial importancia en los
sistemas de seguridad, con lo que su estudio, planeamiento y ejecución son
fundamentales para ayudar al propio sistema y no producir efectos negativos en
el mismo.
La iluminación
entra a formar parte de todos los bloques funcionales del sistema: cámaras,
sensores, vallas, accesos, rutas, etc., por lo que en situaciones de baja
intensidad de luz natural, es necesario acoplar este añadido para mantener
eficaz y operativo el sistema.
Justificación
del alumbrado de seguridad
Como es obvio,
la integración de un dispositivo de alumbrado de seguridad dentro de un sistema
general de protección, debe contar con un adecuado estudio previo y con una
posterior integración en el mismo, por lo que es necesario un equipo de especialistas,
analistas y conocedores del propio sistema y de la instalación a proteger.
Estos sistemas,
una vez instalados, ofrecen al usuario la posibilidad de ver, vigilar y
detectar en ambientes de iluminación escasa o de difícil acceso. Pueden,
asimismo, repercutir en un ahorro considerable, permitir la disminución de la
instalación de mecanismos, detectores o incluso cámaras de televisión por
iluminar una amplia zona y aumentar su nivel de seguridad.
La necesidad de
instalar sistemas de iluminación asociados al resto de bloques funcionales que
conforman el sistema de seguridad, es evidente, ya que es muy difícil conseguir
un espacio a proteger que mantenga durante las 24 horas la misma intensidad de
luz.
Es por lo que
se debe:
·
Subsanar
un sistema de alumbrado deficiente.
·
Sustituir
o instalar un sistema de alumbradointegral que satisfaga la intensidad mínima o
eficaz de luz que necesita elsistema y los elementos del mismo.
·
Instalar
puntos de luz en áreas concretas, quefaciliten la vigilancia de esas áreas o
que pueden dificultar, en algunoscasos, la visión clara de algún objetivo por
parte de agentes hostiles.
Una de las
principales ventajas que ofrece el establecimiento de un sistema de alumbrado
de seguridad es el importante efecto disuasorio que induce en el potencial
agresor. Hay que tener en cuenta que nos estamos refiriendo a medios claramente
visibles e identificables, que suelen estar normalmente asociados a cámaras de
televisión o detectores de presencia.
Sin embargo,
hay que tener en cuenta que su uso puede, en ocasiones, señalar objetivos
críticos. Es este un factor muy delicado, en cuanto que muchas veces se da a
entender la existencia
de objetivos importantes que, si no estuviesen
iluminados, no estarían seguros y vigilados. Esta dicotomía entre iluminación y
discreción debe ser tenida en cuenta y evaluada por los responsables del
sistema de seguridad de la empresa.
Al igual que la
mayoría de medios de seguridad, toda instalación que cuente con mecanismos de
iluminación debe tener un continuado mantenimiento y contar, insitu, con
material de repuesto, para una inmediata sustitución, dadas las características
de estos dispositivos, que no avisan de su deterioro y requieren un inmediato
remplazo.
Recordar
también que, añadido al propio sistema, siempre deben existir equipos autónomos
de energía, ante posibles cortes de suministro, bien accidentales,
bienintencionados.
En la
instalación de estos sistemas, como ya se parte de un proyecto y de un estudio
del entorno, se debe prestar especial atención a la vegetación existente en la
zona y a los árboles, ya que su crecimiento, a veces no controlado, puede
interponerse en el campo de acción de los sistemas de iluminación.
Medios de
iluminación
Lámparas
Lámparas
incandescentes
Son lámparas
muy conocidas y de gran uso en ámbitos particulares y domésticos. Tienen la
peculiaridad de que su encendido es instantáneo y eficaz. Son, además, lámparas
baratas y como se ha dicho anteriormente muy familiares, no existe ningún
sistema de seguridad que no posea al menos una lámpara de este tipo.
Son muy
utilizadas y se adecuan bien en los circuitos cerrados de televisión (C.C.T.V),
por ser utilizadas en primera instancia por el ojo humano.
Sin embargo,
hay que tener en cuenta que una vez encendida una lámpara de este tipo, el 90 %
de toda la energía que emite se disipa en forma de calor, quedando muy poco
para la luminosidad, un escaso 10 %.
Este tipo de
alumbrado ha quedado fuera de uso, dictaminado por la UE, buscando la mejora
medioambiental del planeta.
Lámparas de
fluorescencia
Al igual que
las anteriores, son lámparas de uso muy extendido. Su vida media es bastante
larga y poseen una mejor iluminación que la producida por las lámparas de
incandescencia. De hecho son las sustitutas de éstas.
Entre los
inconvenientes que trae consigo el uso de este tipo de lámparas nos encontramos
el que se vean muy afectadas por las bajas temperaturas, así como por el
elevado consumo de energía que exigen en cada encendido y apagado, aspecto muy
importante si tenemos en cuenta que este es uno de los posibles requerimientos de
un sistema de alumbrado de seguridad, puesto que se activan generalmente cuando
el sistema lo requiere por falta de luz o, en algunos casos, por la activación
de alarmas.
Además, cabe
mencionar, que el encendido no es instantáneo, por lo que no son recomendables
para un encendido rápido en caso de reacción ante alarmas o para un alumbrado
de tipo sorpresivo.
Lámparas de
alta intensidad
Al hablar de este tipo de lámparas, hay que considerar
que la tecnología utilizada en su fabricación es muy elevada, por lo que las
peculiaridades y el uso de las mismas se hace mucho más específico.
Existen varios
tipos de lámparas de alta intensidad, entre las que se deben destacar las
siguientes:
·
Lámparas
de vapor de mercurio.
·
Lámparas
de sodio de alta o baja presión.
·
Lámparas
de haluros metálicos.
Este tipo de
lámparas distorsionan el color de los objetos que se encuentran en su entorno
y, además, por sus características de fabricación, dan lugar a un alto consumo
de energía.
El tiempo de
encendido de este tipo de lámparas oscila entre 2 y 8 minutos, por lo que no
son recomendables para sistemas de iluminación en los que el factor sorpresa,
producido por el encendido de lámparas, haga disminuir el factor de riesgo
inminente.
Luminarias
Se define
luminarias como todos aquellos dispositivos que, tras procesos de reacciones
continuadas, emiten rayos luminosos con el fin de posibilitar el funcionamiento
de todo el sistema (tanto abierto como cerrado) en la noche o en lugares que
por sus condiciones, necesiten de ellas.
Estas
luminarias suelen conjugar bastante bien la dualidad existente con las lámparas
que las suelen contener. Es importante que guarde relación con el entorno que
los envuelve y que en cada lugar exista un soporte que se adecue tanto a las
necesidades como a las características del lugar.
Son
dispositivos que requieren un mantenimiento continuado, y especial atención al
control que se debe realizar sobre los haces de luz que son emitidos,
controlando tres variables importantes:
·
Dispersión.
Como separación de los diferentes haces de luz que son emitidos y que se
proyectan en infinidad de direcciones.
·
Deslumbramiento.
Como turbación de la vista por luz excesiva o repentina o también, como
alteración en el normal funcionamiento de los componentes del sistema una vez
que sus ópticas, generalmente, se ven deslumbradas por dichos rayos de luz.
·
Alcance.
Como capacidad de alcanzar o cubrir una distancia. Así, dependiendo de lo que
se quiera iluminar o de la distancia que se quiera cubrir, se tendrán que
colocar uno u otro tipo de luminarias
Operaciones
básicas
Mantenimiento
de los sistemas de iluminación
En cuanto al
mantenimiento que precisan este tipo de dispositivos y al que, anteriormente
nos hemos referido muy brevemente, hay que reseñar como aspectos a tener en
cuenta para su instalación:
·
Altura
a la que se quiere instalar el dispositivo.
·
La
limpieza de los diferentes dispositivos con los que cuenta el sistema.
·
Sustitución
de las piezas, bien por deterioro o bien por caducidad.
No se debe
olvidar que en la mayoría de los casos es el calor generado por las diferentes
luminarias la principal causa del mantenimiento y gasto por parte del equipo.
Es por lo que la tecnología punta abre un camino hacia el uso de luminarias que
no produzcan gran calor y en las que su efecto de intensificar el ambiente de
luz sea superior, debido a que no se malgasta y disipa energía en forma de
calor.
Control del
sistema de iluminación
El control del sistema de iluminación es una función por
la cual se adecua la intensidad de luz necesaria para cada momento y para cada
lugar. Son, asimismo, los medios por los que las luces se encienden, se apagan
o varían de intensidad.
Se impone el
control del alumbrado programable, tanto en edificios como en sistemas y en
lugares de gran ausencia. Además, al igual que en los circuitos cerrados de
televisión, la centralización cobra una especial importancia al controlar,
desde un mismo lugar, gran cantidad de dispositivos y de horarios.
La tecnología más
utilizada en este tipo de sistema es la basada en microprocesadores, hoy en día
muy barata y de fácil instalación, ofreciendo al mismo tiempo un gran abanico
de posibilidades por su gran versatilidad y flexibilidad.
Este control se
plantea desde la óptica de integración con otros sistemas, para dar una
fiabilidad de seguridad casi definitiva. No se conciben sistemas de seguridad
en los que el alumbrado no alcance una importante relevancia, porque nunca hay
que olvidar que la luz natural debe y tiene que ser sustituida por alguno de
estos mecanismos para dar un continuado y eficaz servicio.
Finalmente,
añadir que el control más actualizado que se emplea a todos los niveles, tanto
particulares como de gran envergadura, es activado por sensores de ocupación,
que ofrecen al usuario la posibilidad de llevar a cabo un ahorro considerable
y, además, una mayor duración de todos los mecanismos, así como una inesperada
aparición en el lugar donde se materializa una situación hostil para el
sistema.
Criterios de
instalación
La principal
precaución que se debe de tomar a la hora de instalar un sistema de iluminación
es evitar el deslumbramiento continuado, tanto a los vigilantes como a la
población y, fundamentalmente, a las cámaras de televisión, siendo estas últimas
los elementos para la evaluación de dichos lugares iluminados. Se evitará,
asimismo, la dispersión de luz.
Otros factores
que se deben tener en cuenta son la intensidad y el contraste, por lo que debe
tenerse siempre en cuenta, por una parte, la cantidad de luz emitida y
recibida, tanto por el área protegida como por el usuario y, por otro lado, la
claridad y nitidez con la que se perciba el entorno, al verse reflejada la luz
sobre él y ser recibida, casi instantáneamente, por el usuario.
Finalmente, a
la hora de instalar iluminación en el perímetro de una instalación, hay que
tener la precaución de iluminar siempre hacia afuera, primero por la seguridad
que da el ver desde dentro "deslumbrando a los de fuera" y segundo
por impedir ver desde fuera claramente lo que se encuentra en el interior.
Valor
añadido de un sistema de iluminación
Ya hemos
hablado acerca de lo que supone para el sistema incluir en todos los
mecanismos, o al menos los que lo necesiten, una iluminación coherente al lugar
y al momento dado.
Pues bien,
entre estos aspectos destacan unas capacidades extras que el sistema adquiere y
que se ven conformadas por:
·
Una
mayor sensación de seguridad por la ambientación que da en la zona.
·
Mayor
prevención de accidentes laborales, debido al aumento de seguridad que supone
trabajar en ambientes iluminados.
·
Identificación
de áreas y definición de las mismas en cuanto a ubicación, conformación y
materiales que puedan ser dañados ante una agresión.
·
Señalización
e iluminación de las diferentes rutas de escape y de evacuación ante cualquier
suceso que lo requiera, conformando las zonas que, generalmente interiores,
carecen de esa capacidad de iluminación.
Por último, un aspecto con el que hay que contar a la
hora de instalar un sistema de iluminación, es el aprovechamiento, además de
con una finalidad de seguridad, con un uso ornamental, para que el entorno,
además, salga beneficiado. La estética, en determinados lugares o entornos, es
importante, por lo que adecuar, e incluso mejorar dicha condición, es
fundamental.
Los medios tecnicos de seguridad
Los medios técnicos de seguridad son todos aquellos
dispositivos, materiales, equipos y sistemas que pueden ser empleados por el
componente humano del Sistema de Seguridad, para, mediante el empleo de una
serie de medidas de optimización y coordinación entre ambos, evitar o al menos
minimizar los resultados del acaecimiento de un factor de riesgo.
Generalmente
podemos distinguir entre medios técnicos utilizados para reducir la
probabilidad o las consecuencias del acaecimiento de factores de riesgo
consecuencia de:
·
Incendios.
·
Actividades
sociales.
·
Actividades
antisociales.
Nos
centraremos, fundamentalmente, en los medios comúnmente más empleados para
prevenir aquellos riesgos consecuencia de actividades antisociales. Entre los
principales podríamos citar:
·
Robo.
·
Hurto.
·
Atraco.
·
Atentado.
·
Secuestro.
·
Sabotaje.
·
Vandalismo.
·
Acceso
indebido a información.
·
Alteración
desautorizada de información.
En general, los medios técnicos de protección se
dispondrán directamente relacionados con los tipos de riesgo y amenazas ante
los que han de enfrentarse, atendiendo a la previa evaluación de éstos y de
acuerdo con la decisión final al respecto de la asunción, traspaso o reducción de
estos riesgos y sus correspondientes amenazas.
Clasificación de los medios técnicos
La más
extendida de las clasificaciones de los medios técnicos es aquella que distingue
entre medios de protección activos y medios de protección pasivos.
Sin embargo no
debemos centrarnos únicamente en una estructuración cerrada, ya que en muchas
ocasiones la frontera entre ambos tipos es notablemente difusa, sino que
debemos estudiar todos ellos como un conjunto ordenado y coordinado de medios,
con el objetivo común de reducir la vulnerabilidad del bien, persona o
información objeto de protección.
Medios
técnicos activos
Son todos aquellos equipos, elementos, dispositivos y
sistemas basados en tecnologías electrónicas o electromecánicas que contribuyen
al incremento del nivel de seguridad de un determinado entorno, reaccionando
ante la materialización de un factor de peligro y proporcionando la adecuada
protección al bien, persona o información. Por regla general cumplen funciones
básicas de detección y evaluación, y en menor medida de disuasión
Medios
técnicos pasivos
Son el conjunto
de elementos y sistemas de tipo físico o con soporte mecánico pertenecientes al
Sistema de Seguridad, tendentes a ofrecer la seguridad adecuada al bien o
bienes determinados, presentando un obstáculo o impedimento al agente agresor.
Fundamentalmente desempeñan funciones de prevención, disuasión y retardo del
agente dañino.
A su vez,
podemos dividir los medios técnicos pasivos en dos grandes grupos, que son los
siguientes:
·
Medios
físicos: materiales,
elementos y sistemas de carácter pasivo que se utilizan como protección
básicamente arquitectónica y no móvil practicable.
·
Medios
mecánicos: elementos,
dispositivos y sistemas de carácter pasivo que se utilizan como protección
básicamente arquitectónica y móvil practicable.
Garantías
Garantías de
calidad. Normalización
Tres son los principales y más utilizados conceptos en lo
que se refiere a controles de calidad. En primer lugar tenemos la
normalización, que es aquella comprobación que realiza un laboratorio
autorizado por el Ministerio de Industria mediante la que se certifica que un
aparato, sistema o componente cumple las normas que el fabricante ha dado.
Otra noción
diferente es la certificación, proceso que se realiza individualizadamente para
cada aparato, componente o sistema, y en el que un laboratorio, también
autorizado por el Ministerio de Industria, comprueba que aquel se atiene a las
condiciones fijadas por el propio Ministerio.
Por último, en
la homologación, el mismo Ministerio mantiene un control sobre la producción.
A efectos de
que estas garantías sean lo más eficaces y reales posibles, se trata de que
estas certificaciones se realicen de acuerdo a normas lo más rigurosas,
exactas, precisas y conocidas posibles. Aunque en la actualidad la tendencia es
a una lógica unificación y estandarización de normas, coexisten aún hoy en día
infinidad de ellas, teniendo prácticamente cada país las suyas propias.
Entre las más
importantes tenemos:
·
Normas
UNE (Principal norma española).
·
Normas
ISO (Norma internacional).
·
EN
(Norma europea).
·
DIN
(Norma alemana).
·
BSI
(Norma británica).
·
AFNOR
(Asociación francesa de normalización).
·
ANSI
(Norma estadounidense).
·
ASTM
(Norma estadounidense).
·
SIS
(Norma sueca).
·
JIS
(Norma japonesa).
·
NP
(Norma holandesa).
El principal
organismo encargado de verificar las diferentes certificaciones conforme a la
norma UNE en España es AENOR, el cual marcará los productos certificados con
sus etiquetas específicas:
·
Marca
AENOR. Marca de
conformidad con normas UNE que definen las características de seguridad y de
aptitud a la función que deben cumplir los productos.
·
Marca
AENOR de seguridad.
Marca que atestigua que un producto cumple con las características de seguridad
especificadas en las Normas UNE correspondientes, o con documentos de
armonización que definan las características mínimas de seguridad en desarrollo
de las directivas comunitarias.
Tipos y
medios de protección
Según se ha
visto con anterioridad, el objeto de la Seguridad se centra en reforzar la
vulnerabilidad ante los diferentes riesgos. La vulnerabilidad ante un riesgo
determinado presenta diferentes aspectos o facilidades para que dicha amenaza
se materialice. En general, cualquier riesgo está afectado de alguna de las
siguientes vulnerabilidades básicas:
·
Acceso
indebido de personas.
·
Acceso
indebido de objetos o materiales.
·
Intrusión.
·
Agresiones
y coacciones a personas.
·
Acceso
telemático indebido.
Sin embargo, no se puede afirmar que las vulnerabilidades
descritas se relacionan unívocamente con los principales riesgos anteriormente
descritos, sino que cada vulnerabilidad puede ser origen de distintos riesgos.
Los
dispositivos de seguridad atienden a cubrir las vulnerabilidades, aunque en su
diseño se piense en atender riesgos. Lo que se persigue cubriendo estas
vulnerabilidades es el llamado efecto de punto de palanca, mediante el cual,
actuando sobre un factor concreto, estamos reduciendo la probabilidad de un
mayor número de riesgos o amenazas.
Tipo de
protección: conjunto
armónico de medidas de seguridad dispuestas para oponerse a una vulnerabilidad
básica. Se pueden considerar, por tanto, tantos tipos de protección como
vulnerabilidades, es decir, existen protecciones ante acceso de personas, acceso
de materiales u objetos, intrusión, agresiones y coacciones y acceso
telemático. Dada su complejidad y especificidad, y la importancia que adquiere
en la sociedad actual, llamada frecuentemente sociedad de la información, este
último punto será tratado más adelante.
Los tipos de protección a disponer se basan en la
utilización conjunta y coordinada de medidas organizativas, medios humanos y
medios técnicos. El estudio de estos últimos, atendiendo a las distintas
vulnerabilidades a las que hacen frente, será la estructura de estos
contenidos.
Controles de
acceso
Los sistemas de
control de accesos surgen de la necesidad de tener que proteger un área o un
recinto en general, del acceso indebido de personas, vehículos u objetos.
La diferencia
entre un acceso indebido y una intrusión, radica en que en el primero, dicho
acceso se produce aprovechando los accesos naturales y reglamentados,
utilizados por el personal autorizado, mientras que en la intrusión el agente
agresor se introduce en la zona objeto de protección por cualquier otro punto
distinto de los controles de acceso fijados, que son los oficiales y/o legales.
El control de
accesos es una de las actividades humanas que ha estado constantemente presente
en la vida del hombre, desde la antigüedad. Como su propio nombre indica, el
tratar de controlar el acceso de algo o alguien a unos bienes determinados, es
una necesidad que el ser humano experimenta a lo largo de toda su historia.
A través del
tiempo y la evolución tecnológica se ha pasado de los más primitivos sistemas a
los más sofisticados, como pueden ser los actuales sistemas de identificación
biométricos.
Podemos definir
el control de accesos como el conjunto coordinado de medios humanos, medios
técnicos y medidas organizativas encaminadas al tratamiento de entradas,
salidas o presencia de personas, objetos o vehículos en un recinto, de acuerdo
con unos criterios establecidos con anterioridad. Este control, o
diferenciación entre personal o material autorizado y no autorizado, es vital
para la mayoría de los sistemas de seguridad.
Hay tres formas
fundamentales de llevar a cabo el control de accesos de personas:
·
Mediante
una credencial material, es decir algo que el objeto o sujeto que se intenta
controlar posee (por ejemplo una llave o una tarjeta).
·
Mediante
una credencial de conocimiento, o sea algo que se sabe (como una clave de
acceso o una combinación).
·
Mediante
una credencial personal, alguna característica biológica individual
(reconocimiento de voz, huella digital).
En lo que se
refiere al control de objetos y materiales, estos podrán ser portados por
personas, haber sido enviados por correo o haber sido abandonados dentro del
área a proteger.
Para cada uno de estos casos concretos estarán previstos
diferentes procedimientos de control de paso o de aislamiento.
Eficacia de
un control de acceso
Hay dos índices
que nos permiten evaluar y medir la eficacia de un control de accesos: el
índice de falsos positivos (IFP) y el índice de falsos negativos (IFN).
·
El
IFP: cociente entre identificaciones erróneas positivas (número de
personas a las que se les ha permitido acceder al recinto sin estar
autorizadas) y total de identificaciones positivas, obviamente cuanto mayor es
este índice, mayor es la posibilidad de que una persona u objeto no autorizado
pueda acceder a la instalación protegida.
·
El
IFN: cociente entre identificaciones erróneas negativas (personas autorizadas
a las que se les ha prohibido el acceso) y las identificaciones negativas
totales, cuanto mayor sea este otro índice mayor será la probabilidad de
denegar el acceso al interior de la instalación de personas u objetos
autorizadas, con las molestias que estas situaciones conllevan.
Ambos índices
son opuestos y estarán estrechamente ligados a la sensibilidad requerida para
un control de accesos dado. Según el estudio de riesgos realizado para el
recinto a proteger, se requerirá un nivel de sensibilidad determinado, que
conllevará un IFP y un IFN específico. Habrá que tener en cuenta, además, otro
parámetro de especial importancia, el tiempo de paso, o tiempo transcurrido
entre que una persona, objeto o material inicia su identificación, hasta que se
le permite su acceso a la instalación.
Todos estos
parámetros estudiados variarán en función de los medios empleados, tanto
técnicos como humanos, así como de las medidas encaminadas a optimizar su
empleo.
Clasificación
de los controles de acceso
No existe una
única y definitiva clasificación que nos permita una compartimentación definitiva
de los controles de acceso, ya que dependiendo del criterio que empleemos para
realizarla obtendremos resultados diferentes. De todos modos, la clasificación
más empleada es aquella que se realiza atendiendo al objeto que se debe
controlar, así distinguiremos:
·
Control
de accesos de personas.
·
Control
de accesos de objetos y materiales.
Por ser, como
ya se ha reseñado, ésta la clasificación más universalmente empleada, será en
la que nos basaremos para realizar un estudio de los medios técnicos más
empleados.
Un caso
particular del primero, pero que, debido a su importancia y características
específicas, con frecuencia se separa y estudia individualmente, es el control
de accesos de vehículos. En este módulo, no obstante, se considerará, y se
estudiará, dentro del grupo general de los controles de acceso encaminados a
personal, aunque en realidad no es más que una combinación de los dos tipos de
control de accesos.
Otro criterio
de clasificación que se debe estudiar por separado es aquel que atiende a la
interrelación entre los diferentes puntos de control. De esta manera podemos
diferenciar entre:
·
Controles
de acceso de configuración local o autónoma.
·
Controles
de acceso de configuración centralizada.
La primera
configuración ofrece como principales ventajas su rapidez de respuesta y su
menor coste económico, aunque por el contrario presenta una menor flexibilidad,
no permitiendo personalizar las tarjetas de visita, y estando incapacitada para
realizar ciertas funciones, tales como el antidoble paso en puntos distintos
simultáneamente, o el establecimiento de un control de presencia eficaz en
tiempo real.
Estos
inconvenientes los resuelve la configuración centralizada que, además permite
la obtención de una elevada cantidad de información adicional, si bien requiere
de un considerable desembolso económico.
Ejemplos de
otros criterios empleados y sus correspondientes clasificaciones son los que
veremos a continuación.
Según la misión
a desempeñar:
·
Control
de entradas.
·
Control
de salida.
·
Control
de presencia.
·
Sistemas
mixtos
Según área a
controlar:
·
Control
de acceso principal.
·
Control
de acceso a área sensible.
Según el número
de puntos de control:
·
De
un único punto de acceso.
·
De
múltiples puntos de acceso.
Según los
medios empleados:
·
Automático.
·
No
automático.
Control de
accesos de personas
Objetivos y
funciones
Podemos
distinguir entre dos tipos de objetivos, unos primarios, que deben alcanzar
cualquier control de accesos en todo momento y son, por lo tanto,
irrenunciables; y otros secundarios, que son aconsejables que cumpla el
sistema, ya que aportan calidad al mismo.
Dos son los
objetivos primarios de un control de accesos de personas:
·
Identificar
a las personas que intenten acceder o salir del recinto a controlar.
·
Impedir
el paso de las personas no autorizadas.
Por otra parte
tenemos los anteriormente citados objetivos secundarios, que son:
·
Obtener
información del tráfico resultante.
·
Establecer
un control de presencia y estancia eficaz.
·
Conocer
instantáneamente los intentos de acceso no autorizados.
Para alcanzar
de forma satisfactoria estos objetivos, el control de accesos debe contar con
los medios, tanto humanos como técnicos, y las medidas organizativas adecuadas
que le permitan llevar a cabo una serie de funciones básicas que citamos y
explicarnos sencillamente a continuación:
·
Identificar. Comprobando y verificando con la
mayor veracidad posible la personalidad del individuo que intenta acceder al
área o recinto protegido.
·
Inspeccionar. A fin de que no sea introducido en
el interior del recinto ningún objeto o sustancia expresamente prohibida o que
suponga un riesgo potencial no asumible por la empresa.
·
Autorizar. Permitiéndole el acceso al recinto
si la persona ya identificada está facultada para ello.
·
Acreditar. Mediante algún distintivo visible
que indique su condición de persona autorizada al acceso.
·
Controlar. Sabiendo, en todo momento, el
personal que se encuentra en el interior del recinto, y en qué condiciones de
estancia se encuentra.
Una vez vistos
los objetivos del control de accesos de personas y las funciones mediante las
cuales se alcanza, y antes de pasar a los medios técnicos utilizados más
comúnmente para realizar dichas funciones, citemos un medio de apoyo altamente
eficaz que nos facilitará los procesos de autorización y control del personal:
se trata de la matriz de accesibilidad, que no es más que un instrumento que
nos permitirá asociar las distintas áreas de acceso con los diferentes grupos
humanos fijados.
Para ello, con anterioridad, habrá que establecer
distintas áreas de accesibilidad, de acuerdo con su función y sensibilidad, y
dividir al personal en grupos, según sus características funcionales
específicas.
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